La Puerta Olvidada

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🚪 La casa crujía bajo el peso de la noche, un sonido familiar que siempre había sido reconfortante. Pero esta vez, era diferente. Un silencio denso, casi palpable, se había instalado entre las paredes, como si la casa contuviera la respiración. Estaba reorganizando el ático, un laberinto de recuerdos empolvados y objetos olvidados, cuando mi mano chocó contra algo sólido detrás de una vieja estantería. 📚

Al moverla, revelé algo que jamás había visto: una puerta. No una puerta normal, sino una hendidura oscura en la pared, sin marco visible, como si siempre hubiera estado allí, esperando ser descubierta. 😱 La madera era de un color negro profundo, casi absorbiendo la luz de mi linterna. Un frío glacial emanaba de ella, erizando el vello de mis brazos.

La curiosidad, esa vieja enemiga, me impulsó a tocarla. La madera estaba fría y lisa, y al empujar, la puerta cedió sin resistencia, revelando una oscuridad absoluta. 🌑 Un olor a tierra húmeda y algo más… algo dulce y nauseabundo, flotaba en el aire.

El Pasillo sin Fin

Con el corazón latiendo con fuerza, encendí la linterna y me adentré. La puerta se cerró tras de mí con un clic suave, dejándome sumida en la penumbra. Me encontraba en un pasillo estrecho, las paredes revestidas de un papel tapiz descolorido con motivos florales marchitos. 🥀 El pasillo parecía no tener fin, extendiéndose en ambas direcciones en una curva sutil.

A medida que avanzaba, comencé a notar detalles perturbadores. Sombras danzantes en las esquinas de mi visión, susurros indistinguibles que parecían provenir de las paredes. 👂 El papel tapiz se movía ligeramente, como si algo estuviera respirando detrás de él.

Encontré habitaciones vacías, cada una más inquietante que la anterior. Una sala de estar con un piano desafinado, cuyas teclas se movían solas. 🎹 Un comedor con una mesa puesta para una cena fantasma, los cubiertos brillando a la luz de mi linterna. 🍽️ En cada habitación, la misma sensación de ser observada, de no estar sola.

El Reflejo Distorsionado

En una de las habitaciones, encontré un espejo antiguo, su superficie cubierta de polvo. Al limpiarlo, mi reflejo me devolvió la mirada, pero algo estaba mal. Mi rostro parecía distorsionado, mis ojos hundidos y oscuros. 😵‍💫 Y detrás de mí, en el reflejo, vi una figura alta y delgada, con una sonrisa inquietante, que no estaba allí en la realidad.

El pánico comenzó a apoderarse de mí. Intenté regresar sobre mis pasos, pero el pasillo había cambiado. Las habitaciones se habían movido, las curvas se habían acentuado, y la puerta de salida parecía estar cada vez más lejos. 🚪

La Voz en la Oscuridad

Entonces, la voz. Una voz suave y melódica, que parecía susurrar directamente en mi mente. “Bienvenida a casa”, decía. “Siempre te hemos estado esperando”. 🗣️ La voz me guiaba, me atraía hacia el final del pasillo, hacia una oscuridad aún más profunda.

Finalmente, llegué a una gran sala circular. En el centro, un altar de piedra cubierto de símbolos extraños. 🗿 Y sobre el altar, una figura encapuchada, esperando. La figura levantó la cabeza, revelando un rostro pálido y sin rasgos, con ojos vacíos que me miraban fijamente.

“Has encontrado el camino”, dijo la figura. “Ahora, únete a nosotros”. 😈

El Despertar

Desperté sobresaltada en el ático, empapada en sudor. La estantería estaba en su lugar, y la puerta… la puerta había desaparecido. 🤯 ¿Había sido todo un sueño? ¿Una pesadilla inducida por el polvo y el aislamiento?

Pero al mirar mis manos, vi algo que me heló la sangre. En mi palma, grabado en la piel, un símbolo extraño y familiar. El mismo símbolo que había visto en el altar. 😱

Ahora, cada noche, escucho la voz en mi mente, invitándome a regresar. Y sé que, tarde o temprano, la puerta volverá a aparecer.

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