creepy-pictures-mjp3ygpaogunivf4


Un familiar que falleció hace poco y, que solía evitar ésta anécdota (Principalmente porque fue súper descreído de cualquier religión, espíritu, leyenda y cosas de ese estilo), nos contó alguna vez de una casa que arrendaba junto a su señora allá por calle Colón en Las Condes, nadie nunca compró esa casa (Hasta hace unos años atrás) y los arriendos que tenía la casa eran poco comunes, el precio estaba casi regalado para la ubicación. Vivieron por unos meses, él, la señora y los 3 hijos, el primer evento paranormal fue de un Juguete que se movió en mitad de la madrugada, eran de estos juguetitos a pila que se mueven y suena una canción, cuando fue a ver qué onda con el Juguete, se dió cuenta de que estaba sin pila, pero de alguna forma se pudo mover. En esa casa había un piano y que de repente él se ponía a tocar con unos audífonos, era bastante frecuente que durante los momentos en que tocaba el piano, se escuchara una voz distorsionada y hablando de forma incoherente a través de los audífonos. (De esto último no me acuerdo muy bien como lo contó, pero era una cosa así)

La cocina solía prenderse fuego sola y no paraba de salir humo por las ventanas de ese lugar de la casa, el gas estaba cortado, era al medio día y nadie estaba en ese lugar, en una de esas ocasiones llegó una vecina a preguntar por si necesitaban ayuda, así tal cual, revisó la cocina y después preguntó por si podía revisar los dormitorios, la señora tenía toda la pinta de vieja espiritista y ya como se daban las cosas la dejaron pasar y que husmeara nomás. Grande fue la sorpresa cuando la señora les tomó un par de zapatos bien viejos de color negro que estaban casi escondidos y les preguntó por si eran de alguno de quienes vivían en la casa, respondieron ellos que no y la señora preguntó por si se los podía llevar, un poco extrañados, le dijeron que sí. Luego de que se llevara los zapatos la vecina, los eventos paranormales cambiaron el ritmo que llevaban, aún así ellos no siguieron arrendando la casa y se fueron a vivir a Santiago centro.

El mundo es chico, un día mi papá se juntó con unos amigos del partido y se pusieron a conversar de cosas paranormales, uno de los amigos empezó a contar más o menos la misma historia que le pasó a nuestro familiar, una casa, a muy buen precio, bien ubicada y con eventos paranormales similares, mi papá le preguntó por dónde quedaba esa casa. Resultó ser que era la misma propiedad en calle Colón, el compadre la había arrendado casi 1 año atrás y no podía estar tranquilo junto a su señora ni su único hijo, se fueron al segundo mes de arriendo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *