La carpa maldita
Scary clown attacks in a closed ventilation duct. Scary psychopath in a suit. Thriller
Hace algunos años un tío nos contó una historia que nos dejó helados, jamás volvimos a ver los circos de la misma manera.
En 1982 un grupo de jóvenes decidió colarse en un circo abandonado a las afueras de un pequeño pueblo en Sonora. El lugar había cerrado hacía más de una década, después de un misterioso incendio en el que, según rumores locales, murieron varios artistas, incluido un payaso famoso conocido como Rico el Terrible.
La carpa aún seguía en pie, desgastada por el tiempo, con jirones de tela que se movían al ritmo del viento. Los jóvenes entraron riendo, alumbrándose con linternas, grabando todo para subirlo a redes sociales. El silencio era pesado, solo interrumpido por el crujido de la madera y el leve chillido de los fierros oxidados.
En el centro del escenario, encontraron una silla plegable y una nariz roja sobre el polvo. Uno de ellos, por burla, se la puso y comenzó a imitar a un payaso. Fue entonces cuando la luz de las linternas parpadeó.
Una risa, aguda y gutural, se escuchó detrás de las cortinas del escenario. Pensando que era una broma, se acercaron, pero no había nadie. Luego notaron huellas en el polvo… como si alguien con enormes zapatos hubiera caminado en círculos alrededor de ellos.
Intentaron salir, pero no encontraban la salida. Las paredes de la carpa parecían moverse, cerrarse. Uno de ellos, el que llevaba la nariz, empezó a reír descontroladamente, con una voz que no era la suya. Su rostro cambió… sus ojos se hundieron, la sonrisa se volvió grotesca.
Gritaron, corrieron. Cuando por fin salieron, él ya no estaba con ellos. Nunca lo encontraron. Solo quedó la nariz roja tirada justo en la entrada del circo, manchada de sangre.
Nadie se atreve a acercarse a ese lugar hoy en día, de la carpa solo quedan unas cuantas estructuras, pero se dice que si pasas por ahí de noche, puedes escuchar risas y ver una figura vestida de payaso caminando entre los restos de la carpa, buscando nuevos “actores” para su show eterno. Les agradezco cuenten mi historia.
Ricardo 37 años. Ciudad Obregón, Sonora, México.
