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erdido En El Bosque Historia De Terror… Era un día hermoso y soleado, así que mi esposo y yo decidimos llevar a Tomás a explorar la naturaleza, mi pareja no era el padre biológico de Tomas, sin embargo, lo quería como si fuera su propio hijo, pasaban la mayor parte del tiempo juntos, algo que yo agradecí pues ante la sociedad él era su padre en todos los sentidos.

 Él  pequeño estaba tan emocionado por la idea de pasar tiempo en el bosque, y yo estaba feliz de verlo tan entusiasmado.

Aún lo recuerdo como si hubiera sido ayer; el suelo del bosque estaba cubierto de hojas secas y ramitas crujientes que crujían bajo tus pies mientras caminabas. El aire estaba lleno de un aroma fresco y limpio de pino que hacía que te sintieras revitalizado.

A medida que te adentrabas más en el bosque, podías ver árboles altos y delgados que se alzaban hacia el cielo. Las ramas se extendían hacia arriba, creando una red de hojas verdes que filtraban la luz del sol. Los rayos de sol brillaban a través de las hojas, creando un juego de sombras en el suelo del bosque, era algo realmente mágico, quién iba a pensar que de noche aquel lugar parecía un infierno.

El bosque estaba lleno de vida. Se podía escuchar el sonido de las aves piando y trinando en las ramas de los árboles, y el sonido de los insectos revoloteando. Si prestas atención, se podían ver ardillas correteando entre los árboles y pequeños animales escondiéndose entre los arbustos.

En el corazón del lugar, había un pequeño arroyo de agua cristalina que fluía lentamente. Las orillas del arroyo estaban cubiertas de musgo suave pero al mismo tiempo desgastado, con un olor desagradable, tanto que no podías permanecer por mucho tiempo.

Nos adentramos  juntos, y Tomás estaba fascinado por la belleza del lugar, después de un tiempo, se alejó demasiado de nosotros y lo perdimos de vista.

Buscamos por todas partes, gritando su nombre, pero no había rastro de él en ningún lado.

Mi hijo tenía tan solo 4 años y no podía creer lo que estaba pasando, debíamos encontrar una solución al respecto, sin embargo, aún no sabíamos qué era lo que había sucedido.

Me sentí aterrorizada y desesperada, no podía dejar de pensar en todas las cosas terribles que podrían haberle sucedido a mi hijo. Buscamos durante horas y horas, pero no encontramos ninguna pista de su paradero.

Al darnos cuenta que empezaba a anochecer, decidimos buscar ayuda y alertar a las autoridades.

Recuerdo perfectamente que Tomas portaba una playera azul y un pantalón de mezclilla, al igual que unos tenis blancos, mismas características que reportamos con las autoridades después de lo sucedido.

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